La cerámica andalusí marcó un antes y un después en la artesanía de la península. Técnicas como la cuerda seca, el vidriado y el repintado en azul y verde son herencia directa de los alfareros musulmanes que trabajaron en la Alhambra.
Hoy en día, la esencia de la cerámica nazarí sigue viva en nuestras piezas, manteniendo el mismo espíritu decorativo y los tonos vibrantes que marcaron una época.